En la antigüedad “Aswan” fue un punto de encuentro para las caravanas fluviales y terrestres que unían el centro de África con el Mediterráneo. Hoy es una ciudad tranquila, una de las pocas en todo el país, donde podes convivir con los vendedores, los paseadores de carrozas, o con quienes conducen la felucca.
Mi llegada a Egipto
Ingresé a Egipto desde Sudán, el barco que una vez por semana recorre el lago Nasser me llevó desde Wadi Halfa hasta Aswan, en un viaje que demora 18 horas. El lago artificial Nasser tiene una dimensión de 500 km cuadrados y es el resultado de la Gran Represa de Aswan, construida durante la década de 1960. Tiene una altura de 111 metros y una longitud de 3,6 km y su volumen supera los 42 millones de mts cúbicos.
Recorrer el lago me permitió entender la inmensidad del Nilo y de sus aguas, imaginar el pasado y comprender el porque toda una civilización le prestaba culto como si éste fuese un Dios.
Aswan
En la antigüedad “Aswan” fue un punto de encuentro para las caravanas fluviales y terrestres que unían el centro de África con el Mediterráneo. Desde aquel entonces el oro del lugar (nub) pudo haber originado el nombre a la región. Durante el Reino Nuevo comprendido entre los años 1539 y 1075 a.C, Nubia se convirtió en una provincia de Egipto. Wawat, la Baja Nubia iba desde Aswan hasta la Segunda Catarata. Kush, o alta Nubia iba de la Segunda Catarata hasta casi la quinta.
En la actualidad Aswan es una de las ciudades en Egipto que mayor cantidad de turistas recibe. Su margen sobre el río está repleta de cruceros que navegan de sur a norte o en sentido contrario y sus calles en las noches se convierten en un pintoresco escenario, que una vez visitado se torna inolvidable.
De todas las ciudades que visité en Egipto, Aswan fue la que mas me gustó. Situada a la derecha del río Nilo tiene una población que ronda los 200.000 habitantes. Para mi fue la ciudad mas tranquila, una de las pocas en todo el país donde podes convivir con los vendedores, los paseadores de carrozas, o con quienes conducen la felucca, un pequeño bote a vela que navega por el Nilo y que puede ir tan lejos como se su capitán se lo proponga.
Y como toda ciudad turística, existen muchas opciones para ocupar el tiempo de quién la vista. Aquí se encuentran varios templos como el Philae o el de Kalabsha, los museos Nubio y de Aswan y hasta un jardín Botánico. Pero sin duda, lo más atrayente desde Aswan es llegar a Abu Simbel.
Abu Simbel
Abu Simbel está situado a 250 km sur de Aswan. Allí se encuentra uno de los sitios más majestuosos de todo el país: El Gran Templo de Ramses II, que fue trasladado a la cima de un acantilado entre 1963 y 1968 por la construcción de la Gran Represa y la formación del lago Nasser.
El templo fue producto del Reino Nuevo en la dinastía XIX y su entrada posee cuatro estatuas de Ramses II, de 20 metros de altura cada una y en su interior ocho colosos de 10 metros que representan a Osiris con las facciones de Ramses II. Según el mito, Osiris fue el Dios Egipcio que dio las leyes a los hombres y les enseño el cultivo de las plantas, desde entonces los hombres dejaron de ser antropófagos (los que comen carne humana) y se atuvieron a una moral.
También vecino al templo de Ramses II se encuentra el templo dedicado a Hathor, (la diosa del amor y de la felicidad) y a su esposa Nefertari. En su frente existen seis estatuas esculpidas sobre la piedra, cuatro de Ramses II y dos de su esposa.
El Reino Nuevo en Egipto fue conocido como una era de riquezas y poder sin precedentes. Campañas militares empujaron las fronteras egipcias más lejos de lo que habían estado en el Imperio Medio, creando un reino que se extendía desde la 5º catarata en el Nilo hasta el río Eufrates en Asia occidental. Los mittanis y los hititas, potencias del norte, se convirtieron en aliados, y Asiria y Babilonia le pagaban tributo.