Mi tercera bicicleta
Con la que hice más de 110.000 km
Me la regalaron en Israel, fue una donación personal. Tiene 27 cambios, con un equipo Shimano Deore. A este ya lo cambié varias veces, hasta llegar a un Alivio, que va bárbaro también. En principio tenía suspensión delantera pero hace rato dejo de funcionar, pero eso no es un problema. También llevo un asiento de gel y los mismos portaequipajes de la bici anterior. En Vietnam le puse un pie de moto, y nunca más se me cayó la bici.
La bicicleta sola pesa 23 kilos, e incluye las cadenas para su seguridad y los portaequipajes.
Como equipaje llevo otros 55 kilos, entre ellos mi carpa, bolsa de dormir, un aislante, unas pocas herramientas, tres cámaras de aire de repuesto y un inflador de pie. A su vez ropa para el frío, para la lluvia y para pedalear. También una mochila.
Además llevo una notebook, dos cámara de video, dos cámaras de fotos, trípode, una pila de baterías, sus cargadores y cables. También algunos discos duros y la carpeta de prensa para visitar posibles sponsors.
Por último llevo todo el equipo de camping, como una pequeña hornalla a gasolina, un juego de ollas, platos y cubiertos, rallador de zanahorias y hasta una minipimex. Además de una pequeña linterna, un mosquitero y el machete, entre otras cosas.
¡Lo sé, es una locura!
MI SEGUNDA BICICLETA
Donada por la gente de Dal Santo de Argentina. Su nombre comercial era Halley, con un cuadro importado y un equipo Shimano Alivio. Con esta bicicleta pedaleé la pcia de Buenos Aires, todo África y casi todo Europa. En Italia, camino a Medio Oriente la rosca del cuadro comenzó a ceder; era la señal que había que cambiar la bicicleta. Así y todo la Halley que su valor comercial en el mercado argentino era de 350 u$s, me llevó durante 5 años a través de 50.000 km, con más de 40 kg de equipaje. Un fierro!!!!
Durante la etapa Africana y gran parte de Europa no llevaba laptop, ni tampoco tanto equipo de video y fotografía. Tampoco ropa de invierno.
MI PRIMERA BICICLETA
Esta bicicleta Mountain bike la compré en Maceió, y fue mi primera bicicleta. Cuadro importado, sin marca, y equipo Shimano Acera. Solo un año después, cuando me subí a la Halley entendí que esta bicicleta era pequeña para mi altura. Su valor era de 150 u$s. Así y todo pedaleé 10.000 km de regreso a Buenos Aires, sin alforjas y apenas con una mochila que se me caía todo el tiempo. También llevaba una carpa china que cada vez que llovía entraba agua por todos lados y mi bolsa de dormir que no abrigaba nada. No tenía nada de experiencia.
En esta época no llevaba computadora, ni cámara de video y si apenas una cámara de fotos, de película. No llevaba herramientas, ni repuestos, ni tenía una cocina para prepararme comida. Lo único que llevaba era una pila de ilusiones y todas las ganas de descubrir el mundo.