Conocí a Pablo hace ya tiempo, en España. En los días que convivimos “bajo mi mismo techo” forjamos una linda amistad, la misma que ha hecho que 6 años más tarde me ofreciera acompañarle en su recorrido. Así que no me lo pensé ni un momento y 15 días más tarde estaba subido en un avión camino a Bali, patrocinado por uno de sus sponsors.
