Kuwait, buscando sponsors

Kuwait, buscando sponsors – Km 69.290

Kuwait TowersCuando desde Irán, desembarqué en Kuwait me sorprendí, porque a diferencia de los otros países musulmanes que ya había visitado, me encontraba en un país limpio, ordenado y moderno. Con una costanera larguísima y muy pintoresca, la ciudad de Kuwait, capital del emirato, tiene una población que supera el 1, 2 millón de habitantes, y es el centro económico, comercial y cultural del país.

Se cree que los primeros asentamientos se remontan al 700 a.C., y que los Griegos, los Persas y luego los Árabes también se asentaron en el lugar. La ciudad de Kuwait fue fundada en el siglo XVII, durante el Emirato de Barrak Bin Ghurair, pero en el siglo siguiente se instala la familia Al Sabah, siendo un miembro de esa familia, Sabah Bin Jaber, nombrado por la comunidad como el primer gobernador de Kuwait. Los descendientes de Sabah I, aún hoy son los actuales dirigentes del emirato.

A mi llegada me conecté con Arif, un indio que habita en Kuwait desde hace muchos años. Arif enseguida me alojó en uno de sus apartamentos, en donde se alojan otros indios que trabajan en la compañía que él administra. Allí conviví durante casi un mes con diferentes personas provenientes de la India y Pakistán, y en verdad que fue una linda experiencia. También comí mucha comida picante.

Con Mustafa, Ijaz y Arif
At home

A través de Arif, conocí a otros miembros de couchsurfing.com, el sitio de internet para viajeros, que a partir de ahora contacto en cada país que visito. Así conocí a Haitham, un kuwaití que siempre se brindó para asistirme y quien me contó la realidad de su país: “Kuwait es un país rico y los kuwaitíes tenemos ciertas ventajas que nos aseguran y nos facilitan nuestro futuro”, me decía.

Según me explicaron, los kuwaitíes cuentan con la posibilidad de recibir préstamos de hasta 250.000 U$S, que se pagan hasta en 15 años y sin intereses. También el gobierno envía estudiantes cualificados al extranjero para alcanzar títulos que no se imparten en la Universidad de Kuwait, y a su regreso son posicionados en empresas o en el mismo estado. “El buscar trabajo no es una preocupación para la gente local”, me decía mi amigo.

Kuwait produce más de 2,5 millones de barriles de petróleo por día, y es el séptimo mayor exportador mundial, que posee un décimo de las reservas mundiales de crudo. Por ello, no es raro que en el país, donde existe la moneda más fuerte del mundo, 7 euros sean suficientes para llenar el tanque del auto, o que el litro de gasolina valga la sexta parte de lo que vale un litro de leche. “Pero si bien somos un país rico”, me decía Haitham, “tenemos el problema del agua, porque Kuwait también es el país del mundo con la menor disponibilidad de agua potable per cápita, con escasos acuíferos y ni siquiera con un lago o un río. Pero la desalinización, el reciclaje de aguas usadas e importación de agua son algunas de las soluciones que encontramos para enfrentar el problema de la escasez de recursos hídricos”.

Al término de la primera guerra mundial, Francia e Inglaterra se repartieron las tierras del imperio otomano, y Kuwait pasó a ser un protectorado británico. Pero en 1938 se descubrió petróleo en Kuwait y luego de la segunda guerra mundial, el Emir Ahmad Jabi Al-Sabah otorgó la concesión a la Kuwait Oil Co. (integrada por la BP británica y la Gulf norteamericana). El petróleo convirtió a Kuwait en uno de los más ricos países de la Península Arábiga y en 1953 el país se convirtió en el mayor exportador de petróleo del Golfo Pérsico. En 1961 Kuwait declaró su independencia y luego llevó a cabo la nacionalización del petróleo.

Durante la guerra entre Irán e Irak, (1980 – 1988), Kuwait apoyó a Irak con grandes sumas en donaciones y préstamos, ya que consideraba a Irak como una primera línea de defensa, contra la revolución islámica iraní. Pero su alianza con Irak, al término de la guerra provocó la invasión de Kuwait y su anexión a Irak. Saddam Hussein argumentaba que el territorio kuwaití era en realidad una provincia iraquí.

Como resultado en 1991 una coalición de 34 naciones dirigidas por EE.UU. luchó en la guerra del golfo Pérsico para reinstaurar el emirato Kuwaití. La guerra tuvo un alto impacto en Kuwait, no tanto en términos de vidas, pues los combates se libraron en su mayor parte en territorio iraquí, sino por el incendio de casi todos los pozos petrolíferos durante los bombardeos o al retirarse las tropas iraquíes. A raíz del daño, Kuwait no pudo producir petróleo hasta 1992.

Luego de la guerra se inició una gran reconstrucción del país, y el petróleo terminó de cambiar radicalmente la fisonomía del país. Los beduinos cambiaron sus camellos por lujosos automóviles con aire acondicionado y la población se asentó en nuevísimas ciudades, donde las mezquitas conviven con centros comerciales que desplazaron a los antiguos souqs (mercados). Así el nivel educativo y la esperanza de vida de la población se elevó. El trabajo manual y el desarrollado en la industria petrolera quedaron a cargo de trabajadores inmigrantes, que hoy ya duplica a la población kuwaití.

Según Haitham, la población de Kuwait supera los 3 millones de habitantes, de la que solo un tercio son kuwaitíes. La población extranjera es principalmente proveniente de Egipto, India, Bangladesh, Pakistán y Filipinas. También hay muchos europeos y norteamericanos. Por ello la fuerza laboral en el país que supera el millón de habitantes, solo tiene un ¼ de ciudadanos kuwaitíes. Quizás por ello entre los inmigrantes se corre el dicho de que a los kuwaitíes no les gusta trabajar, o que solo lo hacen de jefe. También supe que hay una ley nacional que exige a las empresas a que el 25 % de sus empleados sean locales.

Pablo Garcia con Ahmed DickDurante mi estadía en Kuwait visité la Embajada Argentina, y allí me recibieron Ricardo Insúa y Jorge Casal, su Embajador y su Cónsul. Y en verdad que me dio gusto conversar con ellos. Me hicieron sentir como en casa y me ayudaron de la mejor manera. A través de ellos me conecté con Ahmed Dick, el dueño de Khuff, la empresa kuwaití socia – representante de Tenaris Argentina. Ahmed, de origen sirio kurdo, enseguida me recibió en su oficina y se interesó en mi viaje. Por ello compartí con él mis videos y mis experiencias en el Kurdistán turco y en Siria. Aquel día charlamos durante más de una hora y durante mi estadía lo visité 4 veces. Y ni lo dudó a la hora de sponsorizarme, porque enseguida entendió la magnitud de lo que es dar la vuela al mundo en bicicleta.

Una de las tardes que dejé la oficina de Khuff, me dirigí a una barbacoa en la playa con amigos, pedaleando por la costanera. Pero en el camino le pregunto a un hombre por la dirección a donde me dirigía. El tipo al ver mi bicicleta llena de banderas, despertó interés y comenzó hacerme muchas preguntas. Era totalmente sorprendido y me terminó siendo simpático. Su nombre era Salah, un kuwaití fanático de Maradona. Conocía tanto la vida del Diego, como un verdadero argentino y en verdad que me sorprendí cuando me contó que uno de sus grandes sueños sería encontrase con Maradona. Cuando nos despedimos me ofreció encontrarlo otro día, porque quería presentarme otra gente que me ayudasen en la búsqueda de sponsors. Por ello el sábado siguiente fui a su encuentro y casi sin darme cuenta di una charla motivadora a los empleados de su empresa. Salah me había engañado, porque no había ninguna persona más importante que él. Ya que era él, el dueño de Future Communication, una empresa de servicios de telecomunicaciones y representante de Nokia en el país. Aquella mañana, al término de la charla, Salah les preguntó a más de las 40 personas presentes si su empresa debía sponsorizarme, llamando a los que estaban de acuerdo a responder con un aplauso. Fue en ese momento que todos comenzaron a aplaudir. No lo podía creer, casi sin darme cuenta había conseguido otro sponsor.

Future Communication Group - Kuwait
Pablo Garcia with Salah

Cuando inicié la vuelta la mundo en bicicleta no creí que me llevaría tanto tiempo llevarla a cabo. Porque en aquella época tenía mis sponsors argentinos que prometían ayudarme a realizarla. Pero a los pocos meses de mi partida, la crisis económica argentina del 2001, me puso a prueba, haciendo que pierda la mitad del dinero que ya tenía de los sponsors y su promesa a seguirme apoyando. Así, durante estos 7 años de viaje me vi obligado a improvisar para seguir adelante, buscando nuevos sponsors o vendiendo mis fotos o sourvenirs durante mi recorrido europeo. Y así fui avanzando, aunque a veces muy lentamente.

Por ello cuando programé visitar el Golfo Pérsico pensé que podía conseguir varios sponsors”, para que entre ellos me cubran los gastos de al menos un par de años de viaje. Y en verdad que Kuwait, por ser el primer país del golfo no me decepcionó. Allí también conocí, a través de la Embajada Argentina, a Bassam Khoury el presidente de Inspection & Control Service y a Mohamed al Naki Al Naki de Kuwait Industries; mis otros dos sponsors.

La Marina
0En Al Wafrah

Durante mi estadía también visité varios medios, tres de los periódicos más importantes, el canal de la televisión de la familia real y una radio. En verdad que Kuwait me trató de primera. No solo por los sponsors, sino por la linda gente que conocí; como Toni un ciclista libanés que vivió en Brasil y con quién enseguida nos entendimos. O Arif, Haitham y Mustafa. O los argentinos que trabajan en Al Wafrah, en el sur del país.

Kuwait es un país al que le estoy muy agradecido y claramente al que no voy a olvidar. Gracias a mis sponsors, a la Embajada Argentina y a mis amigos que supieron cuidarme.

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