El Monte Ararat
En el último trecho de la Turquía pedaleé costeando el Lago de Van, y fue hermoso, los paisajes en esta zona son impresionantes. Luego la ruta me llevó hasta los 2640 mts de altitud, pero en la bajada camino a Dogubayazit me topé con el majestuoso Monte Ararat, donde según la Biblia y también de acuerdo al Corán, es el lugar donde posó el arca de Noé.
De acuerdo al Corán las generaciones que le siguieron a Adán, el primer hombre sobre la tierra, adoraban todas a un único Dios, Alláh. Está situación se mantuvo durante siglos, pero luego el hombre encontró difícil concentrar y dirigir su atención apenas en un solo Dios invisible y así el politeísmo se tornó predominante. Fue en ese tiempo que el sol, la luna y las estrellas se tornaron objetos de adoración. También la divinidad fue atribuida a los difuntos que en vida fueron grandes devotos de Alláh; a ellos se les construía una imagen y se la conservaba en casa para recordarlos. Pero luego se les hicieron estatuas que se iban reproduciendo e colocando en todo tipo de lugares, casas, negocios, lugares de adoración, etc.; aunque todavía se tenía en claro que aquellas estatuas eran figuras de personas piadosas que no podían conceder ni beneficiar en nada. Pero para las siguientes generaciones el concepto se fue alterando, apegándose a ellas de una forma muy especial. Las miraban con particular respeto, las besaban y las veneraban. Así el tiempo fue pasando y de generación en generación esta práctica fue seguida, hasta que las personas pasaron definitivamente a adorar directamente estas estatuas, y así comenzó la idolatría en el mundo.
Según el Corán con el declino de la religión monoteísta del hombre, Alláh inicio el envío de profetas. Noé fue el primer mensajero enviado al pueblo de Banu Rasib que vivía en la mesopotamia, territorio entre los ríos Tigris y Eúfrates, hoy Irán, Irak, Kuwait, etc.; y su misión era traer a las personas de vuelta para el camino recto, porque la situación moral y espiritual, simplemente era caótica. De acuerdo al Corán, Noé pasó 950 años convidando a su pueblo para la verdadera religión, pero con excepción de un muy pequeño grupo de personas, no lo aceptaron; el principal rechazo vino de parte de los ricos y de los más influenciados socialmente, justificándose que sus padres ya adoraban aquellos ídolos y que ellos seguían sus pasos. También de acuerdo al Corán su mujer y uno de sus hijos formaban parte de los no creyentes.
Así Alláh instruyó a Noé para construir un arca grande que albergase a los creyentes y a los animales que pretendiese salvar del castigo destinado para los no creyentes. Finalmente en el primer día de Rajab (el séptimo mes del calendario lunar) el arca estaba lista, y viendo la primera señal como le había sido anunciado; agua efervescente brotar de la tierra, Noé recibió la orden de Alláh y metió en el arca a su familia, al grupo de creyentes que era aproximadamente unos 40 y también a una pareja de cada especie animal existente, exceptuando su esposa y uno de sus hijos por ser no creyentes. Según Alláh: “los no creyentes no hacían parte de su familia, pues un profeta es considerado padre de los creyentes”.
Cuando el diluvio terminó el arca fue a parar a un lugar llamado “Al-Judi”, nombre conocido en Arabia que corresponde al Monte Ararat. El monte, de más de 5000 mts de altitud, cubierto de nieve, ha sido permanentemente explorado por arqueólogos e investigadores, con la esperanza de encontrar alguna embarcación antigua, pero solo fueron descubiertos fragmentos de madera cuyo tipo no corresponde a ninguno de los árboles existentes en las inmediaciones. La madera es proveniente de árboles que existen en la mesopotamia, de donde según la tradición, Noé era oriundo. Estos fragmentos aparentan haber sido cortados hace más de 4000 años.
A diferencia de La Biblia, El Corán, no menciona un diluvio universal, ni hace referencia en el tiempo. Tampoco menciona la duración del diluvio o las medidas del arca. Solo relata el hecho.
No importa si la mujer de Noé y uno de sus hijos eran creyentes o no. Como forma de armonizar ambas versiones se puede interpretar que Noé tal vez haya tenido dos mujeres, una fiel y creyente que fue salvada y otra infiel y no creyente que fue castigada. Entre los musulmanes se dice que la mujer que se opone a su marido en cuestiones religiosas, estando éste en el camino recto, tendrá como punición resucitar en compañía de la mujer de Noé.
Pero creo que no es importante entrar en detalles como la Biblia y el Corán cuentan el hecho, sino lo que cuentan. Por ello, visitar Dogubayazit y estar frente al Monte Ararat no fue como estar en cualquier otro lado.